Corazón, vasos sanguíneos y sangre: Manifestaciones generales

Manifestaciones generales

Disnea. La forma más común de disnea en los trastornos cardiacos es la disnea de esfuerzo, falta de aire que se produce con los esfuerzos moderados y que cede con el reposo.

Existe otra forma de disnea (paroxística nocturna) que interrumpe súbitamente el sueño del
enfermo y le hace incorporarse para liberarse de ella. Es un síntoma de insuficiencia cardiaca.
El asma bronquial, sufrida por primera vez, puede simular una disnea paroxística nocturna.
La ortopnea es una forma de disnea que aparece al estar acostado y desaparece al sentarse.
Puede aparecer, además de en los trastornos cardiacos, en la obesidad, en distensiones
abdominales por cualquier proceso gastrointestinal y en el último trimestre de la gestación.
Todos los estados de angustia pueden dar lugar a cualquier tipo de disnea.

Fatiga. La fatiga aparece en los estados de insuficiencia cardiaca. Puede ser el síntoma principal en las cardiopatías congénitas, en el cor pulmonale (hipertrofia del ventrículo derecho por hipertensión pulmonar) o en la estenosis mitral (estrechamiento de la válvula mitral).

          La fatiga también puede ser provocada por los procesos infecciosos crónicos, anemia,
          intoxicación crónica (alcoholismo), abusos de medicamentos sedantes, cáncer, etc.
          La depresión y la ansiedad provocan astenia, agotamiento crónico que no mejora con el
reposo.

Dolor precordial. El dolor en el pecho se presenta en distintos trastornos cardiovasculares: angina de pecho (por falta de irrigación cardiaca intermitente), infarto de miocardio, derrame pericárdico, hematoma en la aorta e infarto o embolia pulmonar.

Existen enfermedades no cardiacas que provocan dolor precordial como las neurosis, los
trastornos emocionales, la pancreatitis aguda, la úlcera de estómago, las inflamaciones
musculares y los procesos respiratorios (neumotórax espontáneo, pleuresía, enfisema, etc.).